Fuente: La Jornada/Ap y Reuters.
Washington. El presidente Donald Trump lanzó ayer nuevos ataques a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien se negó a decir cuándo enviará al Senado los cargos para un juicio político y creó confusión al no declarar siquiera si tiene intención de hacerlo.
«Ahora el Partido de No Hacer Nada no quiere hacer nada con los cargos ni enviarlos al Senado», tuiteó Trump. Si los demócratas no envían el caso «¡perderían por deserción!», añadió.
Trump, de 73 años, fue acusado antier por la cámara baja de abusar de su poder al presionar a Ucrania para que investigara a Joe Biden, potencial rival en los comicios presidenciales del próximo año, y para que estudiara una teoría, ya desacreditada, de que los demócratas conspiraron con Kiev para inmiscuirse en las elecciones de 2016.
Los demócratas dicen que Trump retuvo 391 millones de dólares en ayuda de seguridad destinada a combatir a separatistas respaldados por Rusia, y que usó una reunión con el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, para obligar a Kiev a difamar a Biden e interferir en las elecciones de 2020.
No estaba claro cómo o cuándo se llevará a cabo un juicio en el Senado, porque Pelosi señaló que podría retrasar el envío de los artículos de juicio político al Senado para presionar a que realice un juicio justo.
Pelosi alegó que los legisladores demócratas no pueden elegir a los fiscales que argumentarán ante el Senado a favor de la condena y destitución de Trump antes de tener más información acerca de cómo se realizará el juicio.
“Hasta ahora no hemos visto nada que nos parezca justo. Ojalá lo sea. Y cuando lo veamos, enviaremos a nuestros managers (fiscales).”
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, pidió ayer a sus pares que corrijan lo que llamó una acusación «tóxica» contra Trump, la señal más clara de que los legisladores no lo destituirán.
En un duro ataque contra los demócratas, McConnell acusó a la Cámara de Representantes de sucumbir a «pasiones transitorias y facciones», cuando votaron las acusaciones contra el magnate por abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Es probable que Trump, el tercer presidente estadunidense en enfrentar un juicio para ser destituido, vaya a proceso en el Senado a principios de enero.
Los republicanos controlan el Senado de 100 miembros y ninguno de ellos ha dado indicios de querer destituir a Trump, quien buscará su relección en noviembre de 2020.
«La votación no refleja lo que se ha aprobado. Sólo indica cómo se sienten respecto del presidente. El Senado debe corregir esto», manifestó McConnell.
«Esta Cámara de Representantes en particular ha dejado que su ira partidaria contra el presidente siente un nuevo precedente tóxico», afirmó, y agregó que los demócratas no cumplieron con su deber.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, declaró a la cadena ABC que Trump recibiría un «trato justo» en el Senado y que el anuncio de Pelosi era «una estratagema más, un nuevo cambio en las reglas».
Ante la insistencia periodística sobre si enviaría las acusaciones al Senado, Pelosi mencionó: «esa era nuestra intención», pero se verá lo que decide la cámara alta.
«No vamos a entrar en esa discusión», mencionó Pelosi. «Hemos logrado lo que nos propusimos».