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Resiliencia, clave para la salud emocional durante esta contingencia sanitaria

Se recomienda echar mano de nuestras capacidades frente a esta crisis mundial, desde un sentido comunitario.

Se recomienda echar mano de nuestras capacidades frente a esta crisis mundial, desde un sentido comunitario.

Oaxaca de Juárez, Oax., 10 de abril de 2020.- Frente a la contingencia sanitaria por el COVID-19, la Investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Karla Salazar Serna afirmó que la resiliencia es una herramienta clave para proteger la salud emocional de las personas durante este periodo de aislamiento físico.

En entrevista para Radio Universidad de Oaxaca, la también doctora en Filosofía del Trabajo Social, habló sobre cómo echar mano de nuestras capacidades frente a esta crisis mundial desde un sentido comunitario.

“La palabra resiliencia viene de la ciencia física y hace referencia a la elasticidad de un cuerpo y su capacidad para recuperarse luego de ser manipulado; en lo que concierne a los seres humanos, se relaciona con procesos de adaptación ante situaciones de adversidad”, explicó.

Subrayó que en esta contingencia es necesario hacer todo lo posible para que las adversidades no se vuelvan una pesadilla y que el miedo no se convierta en pánico, por lo que –destacó- resulta primordial trabajar juntos y juntas para construir una comunidad con un tejido social sólido y fraterno.

 “¿Cómo la construimos? la resiliencia nos inspira a analizar nuestros problemas bajo una esperanza realista, el mundo va a cambiar, no hay vuelta atrás, hay un colapso económico, el mundo como lo conocíamos ya no existe, pero ésta es nuestra oportunidad creativa para volver a empezar”, indicó.  

Por ello, tenemos dos opciones, sobreponernos o someternos; la segunda –dijo- implica dejar que el pánico y la ansiedad se apodere de nosotros y nos provoque enfermedades más graves. Por lo que recomendó crear mecanismos de defensa ante la realidad, tales como la dosificación de la información, de fuentes confiables en horarios establecidos y por periodos cortos.  

 “Tenemos que dar un primer paso a través de la confianza porque ésta aumenta las posibilidades de la experiencia y la acción; un grupo familiar cuyos miembros confían unos en otros, tendrán la capacidad de lograr diversas acciones en torno al bien común, pero si la familia es violenta, tenemos que encontrar otras opciones y crear nuevas redes de apoyo”.

Asimismo, resaltó que el sentido de la comunidad se ha roto debido a la existencia de una estructura de capitalismo voraz, consecuencia del neoliberalismo; de ahí que la resiliencia no es solo un proceso individual sino grupal, comunitario, social e incluso político.

Asimismo, fue enfática al señalar que es necesario mirar la pandemia desde otra perspectiva sin satanizar a los grupos vulnerables.

“Estamos siendo demasiado violentos con los adultos mayores y las personas enfermas de diabetes e hipertensión, ¿Cómo? en la forma en la que nos comunicamos, ¡pareciera que los estamos condenando a muerte cuando no es así, no se puede condenar a un individuo o una sociedad a la desgracia, se puede revertir el destino, la desgracia no es destino”, subrayó.

Y finalizó asegurando que la actitud que tomemos ante la adversidad va a determinar lo capaces que podemos ser para sobreponernos o en su caso, someternos.

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