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Reportan expertos subejercicio en salud durante la pandemia

Personal médico realiza pruebas de detección de Covid en el quiosco de salud instalado en el Jardín de las Artes Gráficas, en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, de la Ciudad de México. Foto Pablo Ramos.

Personal médico realiza pruebas de detección de Covid en el quiosco de salud instalado en el Jardín de las Artes Gráficas, en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, de la Ciudad de México. Foto Pablo Ramos.

FUENTE: LA JORNADA/Dora Villanueva.

Ciudad de México. En México, el gasto en salud es poco menos de la mitad de lo que se requiere para garantizar acceso a toda la población. Pese a ello, la pandemia de Covid-19 no implicó un aumento de recursos para el ramo e incluso se dio un ligero subejercicio, explicaron especialistas en presupuesto y finanzas públicas.

Las necesidades de gasto en salud ascienden a 6 por ciento del producto interno bruto (PIB). Históricamente el presupuesto ha estado por debajo, detallaron los investigadores convocados por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Sólo para compensar los recursos destinados este año –y que equivalen a 2.5 por ciento del PIB- serían necesarios 240 mil millones de pesos más, subrayó Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de la asociación.

De cara a la discusión del Presupuesto 2021, Judith Méndez, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), expuso que al menos se necesita un punto porcentual extra del PIB para equiparar los servicios del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI) con los que tienen otros institutos médicos públicos, como el Seguro Social.

Y es que, si bien 20 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud, también se marca la desigualdad entre quienes cuentan con el derecho. Mariana Campos, investigadora de México Evalúa, recalcó que esto se debe al multisistema de salud y que implica costos administrativos distintos para el presupuesto.

Estas disparidades también sobresalen en lo territorial. Rodolfo de la Torre, investigador del Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY), recalcó que con la emergencia sanitaria no sólo prevalecieron los problemas ya estructurales en el sistema de salud, sino la concentración de recursos por entidad.

La Ciudad de México y Campeche absorbieron la mayor parte del gasto en la emergencia por la pandemia. Atender a un paciente con Covid-19 en dichas entidades implica aproximadamente 300 mil y 219 mil pesos, respectivamente, mientras en las zonas rurales del país el gasto se queda incluso en 20 mil pesos.

En general, los investigadores coincidieron en que se necesita una Reforma Fiscal para aumentar el gasto en salud al menos un punto porcentual del PIB el próximo año.

Es una proyección de mediano plazo. En diez años, la presión de una población que envejece, enferma y cuyos padecimientos son más largos y costosos implicarán una necesidad presupuestal ya no del 5 a 6 por ciento del PIB mexicano, sino hasta 10 por ciento, advirtió Judith Méndez.

Con la discusión del gasto 2021 a iniciar en dos semanas, Campos destacó que se hará por aumentar los recursos de salud –ramo que el año pasado terminó por ejercer el 65 por ciento que iba a infraestructura-, pero será suficiente. Habrán factores que “evitarían que haya una discusión profunda” sobre la Reforma Fiscal. Entre éstos destaca el remanente de Banco de México, que se espera amortigüe la caída de ingresos el próximo año, amplió.

Por su parte, De la Torre sostuvo que se debe dar un paso atrás previo a cualquier reforma. Primero ir por un endeudamiento moderado para garantizar el ingreso a personas en pobreza y que han perdido su empleo. Además de comprometer desde este año el remanente de Banco de México para garantizar la reactivación económica.

Sobre una Reforma Fiscal, la reconoció necesaria, pero progresiva y que contemple tasas acorde al nivel de ingresos de las familias.

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