FUENTE: LA JORNADA/AP.
La Habana. Cuba se recuperó de un rebrote del nuevo coronavirus en la capital y las autoridades dispusieron que 13 provincias de la isla pasen a una “nueva normalidad” con más flexibilidad —en la cual La Habana todavía queda afuera— y en la que prevén contar con la colaboración de los habitantes aunada a las medidas del gobierno.
“¿Es lógico que sigamos con las restricciones?”, se preguntó el presidente Miguel Díaz-Canel durante una comparecencia televisiva junto a la plana mayor de su gobierno, la cual fue anunciada para actualizar la situación del país en materia de combate al Covid-19.
Con pérdidas millonarias debido al cese del turismo por siete meses que agudizaron el escenario de sanciones aplicado por Estados Unidos para asfixiar a la isla y presionar un cambio de modelo político, se hace necesario “reanimar” la economía, explicó el mandatario.
El próximo paso es a un momento de mayor “responsabilidad compartida” entre las medidas del gobierno, que tiene uno de los programas más importantes de atención primaria de salud en el continente, y la propia población.
Cuba cuenta con un acumulado de 5 mil 917 personas contagiadas, y de ellas, 123 fallecieron, una tasa de letalidad de 2 por ciento, más baja que en el resto de las naciones de la región.
La realidad de los contagios es dispareja en la isla. Mientras que algunas provincias no reportaron infecciones, pese a la aplicación de las pruebas de detección, en por lo menos tres meses, la capital y otras dos localidades vivieron un rebrote en agosto que obligó incluso a la imposición de un toque de queda en La Habana, el primero en su historia reciente.
Antes, Cuba incluso tuvo en julio un día en el que no registró un caso nuevo gracias a un programa estatal muy organizado de aislamiento de casos sospechosos y sus contactos en centros especializados, a donde se mudó a familias enteras, y acciones de pesquisa casa por casa.