FUENTE: LA JORNADA/Ap, Afp, Europa Press y Reuters.
Nueva York. El número de casos confirmados del nuevo coronavirus rebasó ayer el millón a escala mundial, con más de 50 mil decesos, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins. Sin embargo, se cree que las cifras reales son mucho mayores debido a la escasez de pruebas, a que hay muchos casos con síntomas moderados que no se han contabilizado y a que existen sospechas de que algunos países encubren la magnitud de sus brotes.
La batalla por proteger a la gente de los portadores que no saben que tienen el coronavirus gana intensidad y los gobiernos tratan de detectarlos a toda costa con el propósito de evitar más contagios, al tiempo que genera nuevas interrogantes acerca de quiénes deben usar mascarillas, tomarse la temperatura, aplicarse una prueba o incluso salir de sus casas.
Ante la ausencia de una vacuna, casi 4 mil millones de personas, la mitad de la población mundial, ya ha sido invitada u obligada por los gobiernos a quedarse en sus hogares para frenar la propagación del virus, según un reporte de Afp.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, amenazó con matar a todos aquellos que den problemas y no respeten la cuarentena por la pandemia –cuando registra 107 muertes y 2 mil 633 enfermos– luego de que unas 20 personas del barrio de San Roque, en Manila, protestaron sin permiso ante la policía para exigir ayuda gubernamental para frenar el brote.
En Wuhan, la ciudad china donde surgió el brote en diciembre pasado, el gobierno puso un código verde en los teléfonos de la población para determinar sus movimientos, pues indica que no tienen el virus. Este código debe mostrarse al tomar el Metro, alojarse en un hotel o ingresar a esa urbe de 11 millones de habitantes. Se aplican severas restricciones para quienes tienen amarillo o rojo, pues son posibles ortadores o definitivamente están infectados.
Las drásticas restricciones en esta ciudad, ante la reducción de casos, se han ido retirando poco a poco, pero todavía permanecen imponentes barreras de plástico amarillo o azul para canalizar el paso de la gente y limitar su número, señal de que aún no ha recuperado la normalidad, como en otra zonas de China continental, que registra 3 mil 322 decesos y 82 mil 433 contagiados.
A escala global hay un millón 14 mil 673 contagios, 52 mil 973 muertos y 210 mil 335 recuperados en más de 180 naciones o territorios, indicó la citada universidad.
Desde Copenhague, Hans Kluge, director general de la Organización Mundial de la Salud para Europa, informó que más de 95 por ciento de los fallecidos en el continente tenían más de 60 años, pero alertó que también hubo menores.
En Italia, con la mayor cantidad de decesos del mundo: 13 mil 915, podría haber hasta 5 millones de contagiados, un millón sólo en Lombardía, según un sondeo del epidemiólogo Carlo la Vecchia, de la Universidad Estatal de Milán.
Las autoridades francesas publicaron que 884 ancianos fallecieron por Covid-19 en geriátricos desde inicios de marzo, cuando comenzó la crisis. A nivel nacional, ya son 5 mil 398 defunciones y 59 mil 929 contagios.
Dirigentes regionales franceses, entre ellos Valerie Pecresse, de Ile-de-France, acusaron a competidores estadounidenses de haber comprado en efectivo, en una especie de subasta ilegal, mascarillas que estaban a punto de ser embarcadas en un aeropuerto chino rumbo a Francia. Washington rechazó las acusaciones y las calificó de completamente falsas.
Sindicatos europeos estiman que al menos un millón de personas han perdido su trabajo en las últimas dos semanas, y aseguran que la cifra podría ser mucho más alta debido a que los cierres de escuelas, negocios y concentraciones multitudinarias han paralizado a buena parte de la economía en el continente, el más afectado por la pandemia.
En esta crisis del coronavirus, sólo servirán las respuestas más contundentes, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al presentar un plan de 100 mil millones de euros para ayudar a que las compañías no despidan a sus empleados.
Von der Leyen expresó preocupación por las medidas para enfrentar la pandemia adoptadas en Hungría, entre ellas una ley que refuerza los poderes del premier Viktor Orban.
Algunos países africanos tendrán más de 10 mil casos para finales de abril, al tiempo que el continente sufre de una brecha enorme en cuanto al número de ventiladores y equipo médico crucial, vaticinó John Nkengasong, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África.