FUENTE: LA JORNADA/AP.
Tokio. Las exportaciones de Japón cayeron 28 por ciento en mayo, mientras que las importaciones disminuyeron 26 por ciento, como consecuencia del impacto del coronavirus en el comercio internacional.
Los datos provisionales del Ministerio de Finanzas, publicados el miércoles, mostraron que mayo fue el segundo mes consecutivo en que Japón registró un déficit comercial.
Japón ha sido históricamente criticado por acumular un enorme superávit comercial y por no comprar lo suficiente a los países que inunda con sus productos. Los datos señalaron que abril del año pasado fue el último mes en el que tanto las importaciones como las exportaciones no fueron negativas, mostrando cómo las exportaciones e importaciones han estado cayendo durante más de un año.
El crecimiento de ese país depende del comercio y el turismo, así como de las pequeñas y medianas empresas orientadas al consumidor, las cuales se han visto afectadas por las restricciones a los viajes, las órdenes de permanecer en casa y las medidas de distanciamiento social implementadas para frenar la propagación del Covid-19.
Las caídas en la nación fueron profundas. Las exportaciones a Estados Unidos se hundieron por más de 50 por ciento y aquellas a Australia disminuyeron 59 por ciento. Las importaciones de Estados Unidos cayeron casi 28 por ciento, mientras que las procedentes de Australia bajaron 29 por ciento.
El comercio con China se recuperaba a los niveles registrados el año pasado: exportaciones e importaciones cayeron alrededor de 12 por ciento.
Japón ya había entrado en recesión, definida como dos trimestres consecutivos de contracción. La tercera economía más grande del mundo ya se había desacelerado en el último trimestre del año pasado, antes de que el virus alcanzara la escala de pandemia. Se tiene previsto que haya otra contracción en el trimestre actual, que se extiende hasta fines de junio.
El gobierno ha anunciado rescates financieros masivos a empresas y pagos en efectivo para apuntalar la economía. También ha reanudado las actividades económicas, permitiendo que las tiendas, parques de atracciones y restaurantes operen como antes, aunque ha requerido que los asientos se coloquen más separados y que la gente porte mascarillas.