Por: LNCA Natalia Reynoso/COSMOPOLITAN
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Las fiestas navideñas son un periodo de excesos en cuanto a comida y bebida , lo que se traduce en la etapa del año en la que más se incrementa el peso corporal. El motivo lo sabemos todos: comidas abundantes, variedad de platillos deliciosos, eventos y compromisos que disminuyen el tiempo de ejercicio, malas combinaciones y decisiones sobre los alimentos, entre otros.
La falta de moderación en estas fiestas puede dar lugar no solo al incremento de peso, sino también a mala digestión, intoxicaciones por alcohol, aumento en la presión arterial, descompensaciones en las cifras de glucemia en personas con diabetes, ataques de gota y cólicos renales.
Sin embargo, es posible disfrutar plenamente de la Navidad siguiendo estos sencillos consejos
1. Establece metas alcanzables y reales. Las vacaciones decembrinas no son el momento ideal para presionarnos a nosotros mismos sobre un mejor estilo de vida. La temporada está llena de tentaciones añadidas. Sin embargo, esto no significa que puedas establecerte unos minutos de ejercicio al día e intentar seguir la dieta los días que no hay fiesta. Escribe tus metas, no importa que sean pequeñas, y mantente positivo ante ellas.
2. Evita el picoteo mientras cocinas, esto evitará que comas más de la cuenta
3. Lleva tus botanas, tú eres tú mejor aliada a la hora de llevar tu dieta y si no quieres caer en tentaciones, mejor lleva algo rico que sabes que puedes comer sin problema
4. Evita las salsas con mucha grasa y azúcares. Es preferible condimentar los platos con hierbas de olor y especias. De esta forma, los platos resultarán más ligeros, la digestión se hace menos pesada y evitamos un importante exceso de calorías.
5. Elige métodos de cocción saludables como al horno, vapor o a la plancha y evita los rebozados, empanizados y fritos.
6. Antes de acudir a las comidas o cenas festivas, come un ligero snack en casa. Así llegaras sin tanta hambre al evento.
7. Evita pararte cerca de la mesa donde se colocan las botanas y bebidas, esto ayudará a no caer en tentación del picoteo continuo. Una estrategia es servirte en un platito de postre pequeñas porciones de botana y alejarte de la mesa, evitando repetir.
8. Sirve tu comida en raciones pequeñas y en un plato mediano. Come despacio, con tranquilidad y masticando bien los alimentos.
9. No te acabes lo que no te gusta. Suena simple ¿cierto? pero a menudo no es así, muchas veces nos sentimos presionados por terminar ese platillo o nos lo comemos inconscientemente. Recuerda que tu salud es primero, y si un platillo no te gusta, no vale la pena consumir sus calorías. Considerando siempre servirte lo suficiente para no desperdiciar.
10. Procura que tú plato sea equilibrado incluyendo siempre vegetales, hidratos de carbono y proteínas. Toma 2 vasos de agua antes de la comida e inicia siempre por los vegetales, esto te ayudará a sentirte satisfecho de manera anticipada.
11. Bebe más agua y menos bebidas alcohólicas. El exceso de alcohol, además de provocarnos embriaguez, sobrecarga el metabolismo del hígado y aporta calorías vacías. El alcohol es una de las principales fuentes calóricas de esta época. Una estrategia es tomar 2 vasos de agua por cada copa de alcohol, considerando que debemos evitar acompañar el alcohol con refresco o bebidas azucaradas como jugos o jarabes.
12. Si vas a comer postre sírvete una porción pequeña y disfrútalo. Así no te quedarás con el antojo pero tampoco nos excederemos en calorías.
13. Nunca trates de compensar un futuro exceso con un ayuno previo, porque en el momento crítico tendrás más hambre y comerás una mayor cantidad de alimento.
14. Tómate un tiempo para hacer ejercicio.
No veas el ejercicio como una obligación sino como un beneficio para tu
salud. Trata de hacer varias caminatas enérgicas durante el día, aunque
sean cortas, y procura siempre ir un poco más allá en cuanto a distancia
se refiere. Recuerda, las metas pequeñas son más fáciles de alcanzar.
Si de plano no puedes hacer ejercicio, opta por estacionarte más lejos,
utilizar las escaleras en lugar del elevador, usar menos el automóvil,
etc.
En definitiva, se trata de aplicar la moderación , disfrutando de la Navidad sin poner en peligro nuestra salud. Si tras las fiestas ganas algunos kilos, recuerda que debes perderlos de forma saludable, bajo supervisión de un especialista y evitando evitando milagrosas que pueden poner en riesgo tu salud.
¡FELIZ NAVIDAD!